El volante del Inter de Milán volvió a la cancha 14 días después de ser internado por amigdalitis purulenta y diagnosticado, además, de coronavirus. Además, no jugaba un partido desde marzo. Aunque en el primer tiempo ante Argentina se le vio algo ahogado, en el segundo se acercó a su nivel.
Hace menos de dos semanas, Arturo Vidal estaba internado. El volante del Inter de Milán se había contagiado de Covid-19, tras incurrir en conductas que lo pusieron en riesgo de contraer el virus. El diagnóstico asustó a todo el país. Por un lado, la inquietud estaba en torno a la recuperación del futbolista y, por otro, en relación a su participación en las Eliminatorias, que quedó congelada. También la Copa América, que se ponía en entredicho. Este lunes, el mediocampista volvió a la cancha. Estuvo 84 minutos en el campo de juego, frente a Argentina. Su caso genera sorpresa. Hay pocos deportistas de alto nivel que han tardado tan poco tiempo en retornar a sus actividades con normalidad después de padecer el mal.
En el primer tiempo, Vidal pareció pagar el costo de la inactividad, agravada por los problemas físicos previos al virus que, en total, lo tenían sin jugar desde marzo. Por momentos, se le vio ahogado y errático en sus movimientos. Escasamente logró transformarse en el referente que la Roja necesitaba en el sector medio. En la segunda fracción, en cambio, pareció tomar un segundo aire. Fue protagonista, para bien y para mal en la jugada que significó el empate: Tagliafico lo derribó dentro del área. Cobró la falta, pero se la atajó Emiliano Martínez. El rebote lo capturó Eduardo Vargas, quien marcó la igualdad.
“Para cualquier persona, por el poco tiempo de recuperación, es significativo. Por su entrega y voluntad. Hizo un grandisímo esfuerzo. Más allá de que tiene momentos mejores, su participación es muy buena”, evaluó el técnico Martín Lasarte después del compromiso.
“Si bien la gran mayoría de los casos de Covid son leves y no generan ninguna complicación significativa, sobre todo en personas que tienen un buen estado de salud basal, en muchos casos quedan síntomas residuales o un poco más prolongados, donde predominan la fatiga (sensación de cansancio) y la falta de aire. En la mayoría de los casos no genera impacto en la vida cotidiana, pero probablemente para un deportista de alto rendimiento pueda repercutir en su rendimiento. La amigdalitis es poco probable que haya tenido algo que ver”, explica Ignacio Silva, infectólogo del hospital Barros Luco y docente de la escuela de Medicina de la USACH.
Para cualquier persona normal, e incluso para varios deportistas de elite, el diagnóstico de Covid-19 implica recuperaciones largas e incluso secuelas. Hay casos cercanos. Paulo Díaz se perdió el torneo después de ser diagnosticado con afecciones cardíacas derivadas del virus; a Erick Pulgar le tomó más tiempo que a Vidal volver a la cancha y José Pedro Fuenzalida tuvo que quedarse varios días en Uruguay antes de poder volver a Chile. Por esa razón, el restablecimiento repentino del Rey sorprende a los médicos. “Para explicar el caso de Arturo hay que considerar dos factores: uno es que el impacto que produce el Covid depende de la carga viral. Esto hace suponer que en su caso fue bastante baja. Ahora, existe un protocolo deportivo para todo deportista que haya tenido Covid, que consiste en una ecocardiografía para descartar alguna secuela cardíaca. Vidal fue sometido a eso y el chequeo salió normal. El otro es que tiene una performance física siempre extraordinaria”, evalúa Alejandro Orizola, especialista en deportistas de alto rendimiento.
“No se notó. Para una persona que no tenga su background físico hubiese sido desastroso. El Covid impacta en toda persona, pero Vidal tiene un físico y un estado físico, cuidados y trabajados. Eso le ayudó a volver a jugar. Ya lo había mostrado jugando recién operado en el Mundial. Para hacer eso, hay que tener la condición que tiene él”, insiste.
“Los antecedentes que uno tiene son parciales. Da la impresión de que la decisión de hospitalizarlo fue por la amigdalitis purulenta, que requiere antibióticos y que, en forma simultánea, tuvo una PCR positiva. Fue asintomático y los síntomas se derivaron de la amigdalitis. En ese sentido, se explica la evolución que ha tenido. Un Covid asintomático no produce deterioro en el estado del deportista. Es la composición que me hago. No sufrió los efectos y compromisos que esta enfermedad produce. Y su presencia tampoco revestía peligro. Obviamente, fue evaluado. Estaban los antecedentes que permitían que jugara”, explica Giovanni Carcuro, traumatólogo especialista en Medicina Deportiva de la clínica Universidad de Los Andes y ex facultativo de la Roja.
Carcuro explica, también, la sensación de ahogo que dejó Vidal en la primera etapa. “Pienso que puede deberse a los días que estuvo sin entrenar, fuera de la actividad, y a la amigdalitis”, sostiene.
Orizola enfatiza que la presencia de Vidal en el campo de juego no implicaba peligro alguno para su salud. “Los riesgos existen si el paciente es autorizado a hacer deporte sin ser chequeado desde el punto de vista cardiológico, pero este no es el caso”.
En ese sentido, su visión es respaldada por Rafael Gutiérrez, especialista de la clínica Meds, con experiencia en Colo Colo. “Sé que le hicieron todos los estudios de rigor. El doctor (Fernando) Yáñez le hizo todo. Lo dejaron jugar porque lo encontraron físicamente bien”, remarca. Y recalca que la versión apagada del comienzo tiene que ver más con la inactividad que con la enfermedad en sí. “Lo vi bien. Igual tiene que mejorar el timming, porque está volviendo. Hizo poco fútbol. Se veía normal. Aguantó bien. Le faltó más timming, pero eso es falta de fútbol, más que nada”, sostiene.
Gutiérrez también remarca que no se puede hablar de apresuramiento en su retorno. “Él no apuró nada y la Selección tampoco. A él lo dejaron regresar porque estaba bien. Hay un cuerpo médico que lo revisó, que lo evaluó y que lo autorizó a jugar porque estaba bien”, sentencia.
En otro orden, también ligado a un tema médico de la Roja, desde la delegación que está en Brasil información los estados de Francisco Sierralta y Carlos Palacios. El primero pintaba para titular ante Argentina, pero un lesión lo sacó del partido, mientras que la perla hispana dañó en el segundo tiempo.
“El Cuerpo Médico de la Selección Chilena informa que el jugador Francisco Sierralta presenta un edema muscular de bajo grado de soleo a derecha y Carlos Palacios sufrió un esguince de tobillo izquierdo. Ambos jugadores hacen trabajo físico y kinésico diferenciado para reincorporarse a los entrenamientos según evaluación clínica”, se indicó en el parte médico oficial de La Roja.
/LaTercera
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