Lejos el peor partido de La Roja en estas clasificatorias. Los nacionales jugaron pésimo y fueron goleados por 3 a 0 por un Paraguay que leyó muy bien el partido y mató en los momentos precisos aprovechando todos los errores de la zaga chilena.
SANTIAGO.- ¿Cómo se puede explicar una derrota tan dura? Para Vidal, de acuerdo a sus declaraciones tras el partido sólo se trató de «mala suerte». ¿Mala suerte? ¡Por favor!, lo de hoy no tuvo nada que ver con la Diosa fortuna, sino con un equipo nacional que estuvo en un nivel futbolístico pobrísimo de principio a fin, con individualidades que son superstrellas a nivel mundial que hoy sencillamente estuvieron en cualquier lado menos en la cancha.
Paraguay, en silencio y con un excelente trabajo táctico, nos dio hoy un baño de humildad sumamente necesario, que nos aterrizó de golpe a una realidad que históricamente nos ha acompañado: cuando miramos por sobre el hombro o nos creemos muy superiores, por lo general nos relajamos demasiado y terminamos retrocediendo todo lo que hemos avanzado futbolísticamente en los últimos años.
Para estos partidos la concentración es fundamental y hoy claramente gran parte de los jugadores estaban en «otra» y eso se notó en el campo de juego. Por un lado Alexis Sánchez claramente estaba pensando aún en su frustrado traspaso al Manchester City y por el otro a Arturo Vidal, de bajísimo nivel, también le debe haber pesado su movida semana que incluyó una nueva salida al Monticello con escándalo de por medio. A eso hay que agregarle que Pizzi sigue dando muestras que este plantel le queda sumamente grande, porque claramente hay aspectos futbolísticos que le han restado juego a este equipo, que ya no presiona como antes, ni tampoco tiene el juego vertiginoso que con Sampaoli nos dio tan buenos resultados. De hecho la pregunta que hay que hacerse es ¿qué le ha aportado Pizzi a este equipo?, a mi parecer absolutamente nada.
FRÍO EN LAS TRIBUNAS Y EN LA CANCHA
En la cancha, Chile tuvo la pelota y seguramente las estadísticas señalarán que el porcentaje de posesión estuvo a favor de los nuestros. Pero eso es un dato totalmente engañador, porque sencillamente eso es producto de que Paraguay, especialmente tras anotar el 2 a 0, se metió atrás a conservar la ventaja y le pasó la pelota a Chile. Y como hoy, simplemente no andaban conectados colectivamente, ni las individualidades funcionaban, el tener la pelota en el poder no fue sinónimo de tener más llegada de gol. Por el contrario, hoy Chile casi no tuvo ocasiones claras y lo más extraño es que ante una defensa tan cerrada ni siquiera hubo intentos de remate de distancia para buscar una alternativa de gol.
Sí hoy todo se hizo mal, de partida los paraguayos se hicieron un picnic en la defensa despejando tanto centro sin intención que caía al aire y que fueron pan comido para los centrales paraguayos. Y a pesar de eso, que parecía tan obvio por el excelente juego aéreo que históricamente han tenido los guaraníes, los laterales volantes chilenos, Beausejour e Isla, siguieron con lo mismo durante todo el partido. ¡Y Chile no ganó ni una sola pelota por arriba!.
Y con la pelotita en el suelo tampoco lo hacían mejor, porque no había juego ordenado ni algo que hiciera pensar que existía una estructura de juego, de hecho Alexis a ratos parecía volante de contención, porque desde la mitad de la cancha intentaba comenzar las jugadas, Vidal deambulando sin presencia en el medio y la ausencia de un conductor le costó a Chile tener mayor profundidad. Y para peor, Paraguay se encontró con un regalo en la apertura de la cuenta tras un tiro libre que Vidal cabeceó en propia portería y anotó un golazo…lo malo es que fue para Paraguay. En ese gol se notaba que Vidal estaba muy bajo en su nivel, porque eso no fue mala suerte, porque atrás no venía ningún paraguayo y Vidal igual trato de interceptar la pelota terminando en el lamentable autogol.
De ahí, se esperaba que Chile mejorará pero eso no pasó. Ni siquiera en el segundo tiempo, donde todo siguió igual, acentuándose más con el segundo gol paraguayo, nuevamente tras una mala salida chilena cuando Marcelo Díaz fue muy débil a trancar y el rebote pilló mal parada a la defensa nacional y dejó sólo a Víctor Cáceres que definió con un remate cruzado. Ese 2 a 0 fue letal.
Recién ahí Pizzi reaccionó y mandó a la cancha a Valdivia y a Paredes y con ellos algo mejoró el equipo, por lo menos se recuperó el mediocampo y algo de más acción se vivió en el área paraguaya. Pero a esa altura ya todo estaba muy complicado y con Paraguay metido atrás sin dar ni un sólo espacio y apostando a matar de contragolpe.
Y así no más fue porque ya casi en los descuentos, Alexis perdió tontamente una pelota en ofensiva y eso permitió que los paraguayos se lanzaran en un contragolpe letal que terminó con el 3 a 0 final anotado por Richard Ortiz.
Una derrota durísima y dolorosa, que obliga ahora ir a ganar a La Paz y deja gran incertidumbre sobre el futuro de La Roja y claramente complica la clasificación al Mundial de Rusia, porque con este nivel y esta falta de juego e ideas, no va a ser fácil asegurar el ansiado cupo mundialista.
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