En el enfrentamiento entre Talleres de Córdoba y River Plate, tanto Paulo Díaz como Matías Catalán causaron preocupación tanto a sus entrenadores como al director técnico de la selección chilena, el Toto Berizzo, y su equipo.
River Plate sufrió una derrota ante Talleres de Córdoba, quien sorprendió al equipo de la Banda Sangre con un doblete de Rodrigo Garro. Sin embargo, esta derrota no fue suficiente para que el equipo dirigido por Martín Demichelis perdiera el primer lugar en la Liga Profesional de Argentina, ya que aún mantiene una ventaja de cinco puntos sobre San Lorenzo.
Durante el partido disputado en el estadio Mario Alberto Kempes, hubo dos acciones que generaron preocupación tanto en los equipos participantes como en la selección chilena, que en junio tiene programados tres partidos amistosos contra Cuba, República Dominicana y Bolivia, el 10, 16 y 20 respectivamente.
A los 33 minutos, Matías Catalán se involucró en un duelo aéreo con el delantero venezolano Salomón Rondón, quien anticipó al versátil defensor argentino-chileno que hizo su debut con Chile en el amistoso contra Paraguay y ni siquiera intentó saltar.
Catalán intentó llegar al balón en el aire, pero quedó completamente desequilibrado cuando chocó contra el atacante de la selección vinotinto. Cayó al suelo y generó temor, ya que no encontró una posición cómoda para el impacto contra el césped. Afortunadamente, tanto para Talleres de Córdoba como para la selección chilena, el defensor número 4 pudo continuar jugando el resto del partido.
Pocos minutos después, en el minuto 37, Paulo Díaz fue quien generó tensión. Una vez más, el jugador recibió duras críticas de la afición de River Plate debido a su desempeño en el partido. El número 17 recibió un pase lateral de Enzo Díaz y sintió una molestia al intentar pasar el balón a Enzo Pérez, quien se había ubicado entre los defensores centrales para facilitar la salida limpia del equipo.
A pesar del dolor evidente que experimentó el defensor formado en las divisiones inferiores de Palestino, pudo llegar al final del partido y, al menos desde el punto de vista físico, disipar las dudas e interrogantes que podrían haber surgido en el entorno de la selección chilena debido a estas acciones.
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