En un partido olvidable, La Roja cayó por 3 a 1 ante Colombia…y perdió bien, porque los cafeteros fueron más que nuestra selección. La expulsión de Gary Medel fue clave.
por Christian Ayala Rojas
cayala@todofutbol.cl
twitter: @chayalar
SANTIAGO.-Si el partido de hoy hubiera sido un casino de juegos, Claudio Borghi hubiera perdido harta plata. Y es que el Bichi ante Colombia hizo varias apuestas futbolísticas y ninguna le dio resultados. Fue titular Isla, a pesar de no haber jugado hace más de 6 meses y lógicamente no estuvo al nivel, apostó por el retorno de Jara y el defensa no fue ningún aporte y con tozudez el estratego puso como libero a Vidal y el jugador de la Juventus cometió numerosos errores que facilitaron la tarea de los delanteros colombianos.
Fue una derrota dolorosa y dura, pero a la vez justiciera, e incluso quedó corta porque Colombia tuvo al menos cuatro ocasiones claras de haber convertido un par de goles más y de hecho la gran figura de Chile terminó siendo el portero Claudio Bravo.
Pero más allá del resultado hay cosas que preocupan y que hay que sacar conclusiones. Por un parte, Suazo y Sánchez no son la pareja de ataque temible que se necesita para asustar a los rivales. Chupete y el delantero del Barcelona por nombre tienen pergaminos pero pasan por un momento futbolístico bajo, especialmente Sánchez que hoy nuevamente estuvo desaparecido y fue nulo aporte, no encaró nunca y rara vez provocó algo de peligro. Con Suazo fue similar, pero al menos tuvo algo más de movilidad y por muchos momentos tuvo que luchar sólo ante los centrales colombianos.
En otro aspecto, está claro que Vidal no puede jugar nunca más como último hombre. En ese puesto tiene que haber alguien aplicado, responsable y que tenga la mente fría…y claramente el hombre de la Juventus no tiene nada de eso.
SUFRIENDO DESDE EL PRINCIPIO
La primera parte no comenzó de manera auspiciosa para la selección nacional. Colombia se planteó bien en el terreno de juego, presionando asfixiantemente en el medio campo lo que les permitía recuperar rápidamente la pelota y no dejar jugar a un errático cuadro nacional que se veía superado por el buen ritmo de juego de los forasteros.
Así, al menos los primeros 20 minutos fueron los colombianos los principales protagonistas, con mucho juego por las bandas y centros que buscaron incesantemente la cabeza de su estrella Radamel Falcao. pero afortunadamente para los rojos, ni Falcao ni sus compañeros lograron llegar con real peligro al arco que defendía con propiedad Claudio Bravo.
Chile también hacía poco, muy opaco Alexis Sánchez e Humberto Suazo, ambos muy bien custodiados por Perea y Armero y sino aparecía Yepes para imponer sus términos de guapo. Además en el medio, Matías Fernández tampoco tenía espacio para maniobrar por lo que la salida chilena tampoco era fluida, lo que se sumaba a que Marcelo Díaz, el que podría haber aportado en esa faceta, no andaba prendido.
Así, Chile no se veía bien en el Monumental y parecía comparsa ante un rival que salió a proponer su juego y le estaba dando resultado, lo que obligaba a Gary Medel a convertirse en la figura nacional correteando a medio mundo en el sector medio. Figura eso sí, hasta que una vez más se hace expulsar tontamente porque no sabe controlar su temperamento.
Corría el minuto 34 y tras una falta en el medio terreno, Medel se entreveró en una discusión con Perea y el colombiano, más astuto, lo provocó hasta que el chileno reaccionó con una pequeña cachetada. Lo suficiente para ser merecedor de tarjeta roja y dejar a Chile con 10 hombres, cuando las cosas en el terreno de juego no eran favorables para la escuadra nacional. ¡Totalmente irresponsable!. Su expulsión fue clave en el resultado final y jugar con un hombre menos fue letal para la selección
Con eso el panorama se veía muy oscuro para nuestra selección, pero apareció la magia de Matías Fernández, que a los 42 minutos peleó una pelota en la salida colombiana, logró recuperar la bola, se abrió un espacio y sacó un derechazo que se metió abajo a un rincón que fue imposible para la estirada del meta Zúñiga.
45 minutos para morir
La segunda etapa comenzó mal. Chile se metió atrás, demasiado atrás y eso le facilitó la pega a los colombianos, que sabiendo que tenían más fútbol que Chile comenzaron a presionar y adelantar sus líneas. Y así también empezaron a llegar al arco de Bravo especialmente con juego aéreo, donde una vez más la defensa chilena quedó al debe.
Primero fue un cabezazo de Teo Gutiérrez y luego otro testazo pero de Falacao. En ambos, Bravo estuvo notable para evitar el gol.
A los 57′, un tiro de James Rodríguez que nuevamente tapó Bravo, pero a medias y en el rebote apareció Falcao para cabecear, pero nuevamente se encontró con una memorable reacción del meta chileno.
Y de tanto venir, llegó el empate al minuto siguiente a través de un tiro libre -tras la milésima falta de Vidal- que ejecutó con maestría James Rodríguez, casi como se tratara de un crack del billar.
Tras el gol, Chile no se logró parar nunca más. Y Colombia lo aprovechó muy bien. con el buen nivel de James Rodríguez y Teo Gutiérrez, de hecho este tuvo un gol con un remate de distancia que nuevamente Bravo sacó al córner.
Chile respondió con una llegada de Isla que tras un pase Sánchez logró sacar un remate que pasó bastante cerca. Con esa llegada se levantaba la ilusión, porque quedaba claro que Colombia estaba muy adelantado y que en su retaguardia dejaba muchos espacios que podían ser bien aprovechado si Chile subía un poco sus líneas.
Pero eso no ocurrió y Colombia siguió siendo el dueño de las acciones, tanto así que llegó el balde de agua fría a los 74 minutos tras un pase en profundidad de Aldo Ramírez que dejó sólo a Radamel Falcao y el crack colombiano definió con clase ante la salida de Bravo… Todavía me preguntó donde estaba nuestro último hombre, Arturo Vidal.
Y como si fuera poco al minuto, Colombia nos pegó el combo al mentón y nos dejó tirado en el suelo, cuando Falcao recupera el balón y habilita a Teo Gutiérrez que define con mucha frialdad ante el achique de Bravo. Nada que hacer y un 3 a 1 demoledor y que ojo pudo haber terminado en un marcador mayor, porque Colombia tuvo un par de chances más para habernos humillados.
Al final una derrota que si bien no significa que nos deje fuera del camino al Mundial, si fue un golpe duro porque desnudó muchas falencias en el trabajo de Borghi y en la conformación del plantel. Además futbolísticamente se vieron pocas cosas rescatables y una casi nula reacción táctica del técnico para contrarrestar el buen juego de la visita, que de la mano de Pekerman, se nota que tienen una estructura y un estilo de juego…algo que definitivamente no tiene este Chile insípido de Borghi.
Facebook
Twitter
Instagram
YouTube
RSS